El papa Juan Pablo II invitó ayer a los fieles a rezar para que la tierra reciba "el alivio de la lluvia" contra la ola de calor que afecta a Europa y condenó la labor de los pirómanos que asolan sus bosques.

"Vastos incendios se han desarrollado en estos días en algunos países de Europa, con particular intensidad en Portugal, y han provocado muertes y enormes daños al medio ambiente", dijo el pontífice.

El Santo Padre añadió que se trata de una "preocupante emergencia, alimentada por la sequía y la irresponsabilidad del hombre, que destruye un patrimonio que es un bien precioso para toda la humanidad".

Por ello pidió a los fieles que unan sus oraciones por las víctimas de los incendios y para pedir al Señor "que conceda a la tierra sedienta el alivio de la lluvia".

El papa Wojtyla pronunció estas palabras tras presidir ayer el rezo del Angelus en su residencia estival de Castelgandolfo.