El Vaticano lanzó ayer un ataque sin precedentes contra la industria farmacéutica mundial, a la que acusó de permitir un "genocidio" entre los enfermos de sida de los países pobres. En la presentación del mensaje del Papa con motivo de la Cuaresma, el arzobispo Paul Josef Cordes reclamó a los organismos internacionales que presionen a la industria con el objetivo de que rebaje el precio de los medicamentos antisida destinados a Africa.

"En estos momentos, casi 400 personas mueren cada día en Kenia a causa del sida --afirmó en el mismo acto el jesuita americano Angelo d´Agostino--. Es consecuencia de la acción genocida del cártel de las empresas que rechazan ofrecer medicamentos a precios asumibles para Africa, mientras han declarado haber obtenido beneficios de casi 500.000 millones en el 2002".

Este inusual y duro ataque del Vaticano coincide con la dedicación de la Cuaresma a la infancia, "profundamente herida por la violencia de los adultos".

El arzobispo Cordes, religioso alemán que trabaja en un orfelinato de Nairobi, lanzó las críticas más contundentes. "Es una cuestión de moral que pone en evidencia la falta de conciencia social de las empresas capitalistas --afirmó--. Podrían fácilmente salvar la vida de los 25 millones de personas seropositivas que viven en el Africa subsahariana y están a punto de morir de sida".

En el encuentro con la prensa internacional, que se celebró en el Vaticano, Cordes recordó que en el mundo viven 2,5 millones de niños infectados por el virus y que casi 500.000 murieron el año pasado a consecuencia de esta enfermedad, la mayoría, en Africa. Según la OMS, añadió el arzobispo, once millones de niños africanos han perdido a sus padres por esta infección.

A FAVOR DE LA CASTIDAD Esta contundente crítica no modifica, sin embargo, la posición de la Iglesia sobre las formas de prevención de nuevos contagios del VIH: el Vaticano sigue proponiendo la castidad como el método "infalible" para no contraer el sida, y mantiene su conocido mensaje de que el preservativo es un recurso poco útil en la lucha contra esta enfermedad.

La Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica reaccionó rápidamente y rechazó la acusación de "genocidio". "Ante un problema tan complejo como el que supone la infección por VIH y sida en Africa, no es realista proponer soluciones simples", concluyen.