Roma La Iglesia, dijo ayer el Papa ante las monjas del monasterio de las Oblatas de Santa Francisca Romana, necesita mujeres "que sepan obedecer a los pastores y estimularles con sus sugerencias" y que sean "todas de Dios y del prójimo". El recorrido por el monasterio formaba parte del programa de la primera visita oficial del Pontífice a Roma (en la foto, con el alcalde, Gianni Alemanno, en el consistorio).