El Papa Benedicto XVI pidió ayer "poner a los pobres en primer lugar" a la hora de hacer frente a la actual crisis financiera que ha emergido durante la segunda parte del año 2008, según declaró ayer en la plaza San Pedro del Vaticano en Roma durante su saludo a los peregrinos con ocasión del primer día del nuevo año.

Según el Romano Pontífice, "hay que leer la crisis en profundidad, como un síntoma grave que requiere intervenir en las causas" que han conducido a esta situación.

"Poner a los pobres en primer lugar significa pasar decididamente a esa solidaridad global que el Papa Juan Pablo II ya había indicado como necesaria para concertar las potencialidades del mercado con las de la sociedad civil".

Benedicto XVI también destacó que "Jesucristo no organizó campañas contra la pobreza sino que anunció a los pobres el Evangelio para lograr un rescate integral de la miseria moral y material".

La coyuntura económica internacional centró gran parte de su discurso, durante el que propuso "una revisión profunda del modelo de desarrollo dominante".