El músico británico Sting y su esposa, Trudie Styler, saludaron ayer al papa Francisco, al término de la audiencia general que este mantiene con los fieles cada miércoles en el Vaticano. El encuentro se produjo en el Aula Pablo VI de la Santa Sede, cuando el Pontífice, después de su tradicional catequesis, se aproximó a la primera fila para saludar al artista, que iba vestido con camiseta gris y americana del mismo color, y a su mujer, enteramente de negro. Francisco estrechó sus manos, intercambió algunas palabras y les obsequió con un recordatorio del Vaticano.