Las misas en latín y dos cuestiones relacionadas con la polémica sobre el celibato sacerdotal, el caso Milingo y la posibilidad de convertir en sacerdotes a hombres casados de "probadas virtudes", figuran en la agenda de la reunión que Benedicto XVI mantendrá esta manaña con la plana mayor del Gobierno de la Iglesia católica. Después de haber cambiado la cúpula vaticana en los últimos meses, el Papa ha convocado a 41 cardenales y obispos, entre los que se encuentran nueve ministros, para escuchar su opinión sobre los pasos a dar respecto a los tres temas.

El exarzobispo de Lusaka (Zambia), Emanuele Milingo, fue excomulgado este otoño. Primero, el eclesiástico se casó con Maria Sung, una coreana de la secta de Moon, pero posteriormente volvió al redil. Cuando la situación parecía normalizarse, consagró a cuatro obispos en Nueva York sin el beneplácito del Papa. El Vaticano estaría ahora muy preocupado por las consecuencias que podría tener una llamada de Milingo a los católicos africanos para que le siguieran. Partidario de los curas casados, es muy popular en Africa.

Respecto a la ordenación, como curas, de hombres casados y de "probadas virtudes católicas", algunas fuentes aseguran que, hace unos 20 años, ya se experimentó en Latinoamérica y especialmente en Brasil. Sin embargo, oficialmente los Papas han negado que los curas puedan casarse o que las mujeres puedan llegar al sacerdocio.

Las misas en latín, después de que el Vaticano II introdujera los idiomas locales en la celebración, son una de las exigencias de los seguidores del arzobispo Lefébvre para volver al seno de la Iglesia.