Felix Baumgartner (en la foto), paracaidista austriaco especializado en espectaculares saltos de alto riesgo físico, se convirtió el viernes en un proyectil humano al competir en un descenso en picado con un potente avión pilotado por el estadounidense Bill Richards. Sobre el lago Powell, en el desierto de Arizona, Baumgartner cruzó la meta, a 800 metros de altitud, antes que el avión.