El Parlament de Catalunya colocó ayer por la tarde al velo integral (erróneamente llamado burka) en la rampa de salida hacia la ilegalización de su uso en los establecimientos públicos. CiU, PSC, PP y Ciutadans se constituyeron en una inhabitual mayoría para aprobar la moción presentada hace tres semanas por la federación nacionalista en que se instaba a la Conselleria de Interior a legislar cuanto antes para prohibir el velo integral en los espacios públicos. ERC, para irritación de CiU, finalmente se abstuvo y sólo ICV-EUiA y la CUP votaron en contra de una medida que se adopta sin que ni siquiera se sepa con exactitud cuántas mujeres visten en Cataluña el niqab, que es la denominación correcta de ese velo integral. Ahora, el departamento del conseller Ramon Espadaler tiene el mandato parlamentario de vetar esa vestimenta, algo que se hará mediante la elaboración de la ley del espacio publico. Con la intención de evitar que se perciba esa norma como un acto discriminatorio hacia los musulmanes, la conselleria enmarca el veto en la prohibición a ir con el rostro oculto en los establecimientos públicos por una cuestión de seguridad. De hecho, en su formulación ni siquiera aparece el nombre de esa vestimenta si no que la norma se refiere a "prohibición de la ocultación del rostro en el espacio público".

Fuentes de Interior avanzaron que esa futura ley vetará el acceso con burka o con cualquier cosa que tape el rostro, como por ejemplo un casco de moto, a cualquier establecimiento público en que se pueda exigir la identificación. Eso sí, la nueva ley no prohibirá ir en burka por la calle. No obstante, aún está por determinar qué ocurrirá con lugares como los transportes públicos.