Un nuevo detalle de la autopsia del cadáver de María del Mar Miñana, la mujer supuestamente descuartizada por su esposo, un policía local de Premi de Mar (Maresme), ha debilitado aún más la versión del homicidio involuntario. Los análisis forenses han revelado que el agente, Juan Antonio Granadal, cubrió el cadáver mutilado con sosa cáustica --un potente óxido corrosivo-- y tierra para camuflar los malos olores.

Eso explicaría por qué ningún vecino percibió el hedor del cuerpo, que permaneció casi tres días expuesto al sol en el interior de una caja de plástico en la terraza trasera del domicilio conyugal. La autopsia desvela, además, que la muerte se produjo, casi con toda probabilidad, el jueves por la noche, posiblemente después de la cena. El equipo forense encontró restos de comida en el estómago de María del Mar.

La víctima recibió un único golpe en la parte frontal del cráneo, lo suficientemente fuerte como para causarle la muerte. Esto desmiente la declaración del policía local, que el martes, aseguró ante el juez que su esposa falleció de un tiro en la cabeza después de que su arma se disparara mientras la limpiaba.

Los trabajadores de la Mutua Metalúrgica de Cabrils, donde María del Mar ejercía de auxiliar de enfermera, y la Midat Mutua de Barcelona hicieron ayer cinco minutos de silencio en su memoria. La dirección de la empresa ha ofrecido ayuda psicológica a los familiares.