Las salas 12 y 13 del tanatorio de Talavera de la Reina están ocupadas por cuatro cadáveres de la familia Ramos. En la primera estancia están los cuerpos de Gregorio Ramos, quien el viernes mató con un hacha a su mujer, su madre y su hijo y después se suicidó tirándose por una ventana, y el de una de sus víctimas, la madre, S. R. A. En la sala 13 se hallan los restos de la esposa del parricida, J. C .I., y del hijo, D. R. C. Hasta allí se desplazaron ayer parientes y amigos quienes, emocionados, velaron sus cuerpos. El funeral tendrá lugar hoy y será conjunto, porque, según los conocidos, "era una familia que se ha querido mucho".

El Real de San Vicente, donde ocurrió el triple parricidio, era ayer un pueblo conmocionado. "Gregorio el homicida no ha podido soportar la situación que tenía en casa y por eso ha hecho esto. Si no, no me lo explico", declaró un vecino a Europa Press.

Ramos, quien después de matar con un hacha a su madre, su esposa y su hijo se dirigió hasta Talavera, donde viven sus hijas, y las atacó con la misma arma, se encargaba de cuidar a la familia. Su madre tenía alzhéimer, su mujer problemas de movilidad y su hijo sufría depresiones. "Esto es inexplicable", afirmó otra vecina. "El otro día estuve con ellos y todo parecía normal".

La suerte de las otras dos hijas, quienes residían en el piso de una tía ha sido dispar. La más joven está en el hospital de Toledo y ayer permanecía estable dentro de la gravedad, pues sufre traumatismo craneoencefálico severo y continúa ingresada en la UVI del centro. Su hermana tiene heridas leves en la cabeza y se encuentra en el hospital de Talavera de la Reina, en observación, donde previsiblemente continuará hasta hoy.