El joven grancanario Marcos Hernández, de 22 años, pasajero del avión de Spanair siniestrado en Madrid, relató a su abuela antes del accidente que se iba a retrasar en su llegada a Gran Canaria porque el avión había dado un giro en la pista.

En los pasillos del aeropuerto de Gran Canaria, donde familiares de los pasajeros esperan noticias del suceso, la abuela del joven explicó a los periodistas que no ha podido comunicar de nuevo con su nieto y que no sabe si se encuentra entre las víctimas.

Consuelo Cabrera, vecina de Vecindario (Gran Canaria), contó que su nieto Marcos, que venía con su novia, también de 22 años y vecina de Telde, le había telefoneado poco antes del accidente para advertirla de que se iba a retrasar.

La causa era porque el avión "había tenido problemas" y "había dado un giro en la pista" antes del despegue, por lo que estaban aguardando a si "les cambiaban de avión o no", según la abuela. Consuelo Cabrera afirmó que no sabe si al final cambiaron el avión, ya que no ha vuelto ha comunicar con su nieto y desconoce si es una de las víctimas del accidente.