Atrás han quedado los tiempos en los que para jugar decentemente a los títulos más recientes era un requisito indispensable adquirir una videoconsola o decantarse por un ordenador de estratosféricas prestaciones cuyo precio también era desorbitado. Con un pc gaming barato es más que suficiente a la hora de disfrutar de una de las aficiones más placenteras que existen: jugar a videojuegos.

Dicha industria no entiende de edades ni géneros. Lo único que importa es que los individuos se lo pasen bien, y para tal fin no es necesario que en pantalla se reproduzcan gráficos 4K a 60 fotogramas por segundo constantes, características que proporcionan los ordenadores gamer cuyos precios son prohibitivos.

Los expertos en la materia indican que con una mínima fluidez y un apartado visual que no presente contratiempos como dientes de sierra, bajas resoluciones y caídas repentinas de la tasa de frames cualquier usuario medio es capaz de disfrutar al máximo. Así pues, la mejor opción consiste en adquirir un ordenador gaming barato cuyo hardware tenga la capacidad de ejecutar los últimos lanzamientos sin necesidad de configurar el apartado técnico seleccionando el máximo nivel permitido por el título en cuestión.

Ciertamente en la época actual la economía prima por encima de todo, por lo que cada vez más los consumidores buscan rendimientos intermedios que satisfagan sus necesidades evitando que el desembolso les pase factura ocasionándoles dificultades para llegar a fin de mes. Y en este sentido un pc gaming barato es ideal, puesto que más allá del precio del modelo en cuestión los usuarios no se ven obligados a abonar los elevados costes de los lanzamientos para consolas.

El mercado videojueguil en ordenadores es mucho más asequible sobre todo gracias a la existencia de plataformas como GOG y Steam. Las mismas lanzan habitualmente promociones, aplicando descuentos muy atractivos no solo a títulos de cierta antigüedad, sino también a los más actuales, dando pie así a que incluso estudiantes que cuentan con pocos recursos económicos se vean con la posibilidad de destinar sus ahorros a la adquisición de aquel juego que tanto llama su atención.

Por si fuera poco, el factor online que tan tenido en cuenta es a día de hoy decanta la balanza muy a favor de los ordenadores. Un claro ejemplo reside en la sensación del momento: PlayerUnknown’s Battlegrounds. Jugar al popular título en Xbox One, independientemente de la versión de la consola escogida, cuesta 59,99 euros al año adquiriendo el servicio Gold a través de la propia página web oficial de Microsoft.

Sin embargo, las sesiones online del PUBG son cien por cien gratuitas en PC, sucediendo lo mismo con tantos otros videojuegos: FIFA 18, Rocket League, Overwatch, etcétera. Es por ello que no resulta nada extraña la decisión de muchos jugadores que prefieren adquirir un ordenador gaming para disfrutar de los modos multijugador en línea a coste cero.

Pero la diversión ofrecida por este tipo de ordenadores destinados principalmente a la ejecución de videojuegos no se limita exclusivamente a los modos individuales y grupales que se incluyen en los respectivos títulos, sino que va mucho más allá gracias a la posibilidad de instalar mods adicionales.

¿Qué pensarías si te dijeran que la inversión inicial al comprar un juego para PC, el cual ya de por sí proporciona muchas horas de entretenimiento, también te da acceso a infinidad de diversión extra? Ello es fruto de la pasión con la que muchos gamers viven este apasionante mundillo, dedicando sus conocimientos a crear modificaciones de sus títulos favoritos y compartirlas con el resto de la comunidad, llevando a cabo desde ampliaciones de mapa hasta la inserción de nuevos personajes.

Llegado a este punto tal vez te preguntes cómo es posible que los ordenadores baratos que antes no daban la talla para los juegos actuales a día de hoy sí sean capaces de ejecutar los títulos recientes. En primer lugar el mundo del gaming se ha popularizado hasta límites insospechados, siendo muchas más las marcas que ahora lanzan productos para competir con el resto de compañías, lo cual sería imposible si no redujeran sus precios.

Actualmente los ordenadores gamer son mucho mejores que los de antaño sin que ello acarree una considerable inversión monetaria. De hecho, por poco más de lo que cuesta una Xbox One X o una PlayStation 4 Pro es posible hacerse con un modelo montado por ti mismo o fabricado por una marca en concreto que mueve cualquier juego actual con cierta soltura.

En caso de que optes por elegir los componentes que estarán presentes en tu PC es esencial que prestes atención no solo a la tarjeta gráfica que tanta importancia tiene, sino también al procesador, la memoria RAM y el sistema de refrigeración. Por otra parte, si quieres que los juegos se ejecuten tan rápido como lo hacen en las videoconsolas es altamente recomendable instalarlos en un SSD.