La queja silenciosa que desde hace días se escucha en los muelles de las Rías Bajas se convirtió ayer en un clamor. Los patrones mayores de las cofradías de O Grove, Cangas y Pobra de Caramiñal (Pontevedra) acusaron ayer de trabajar poco a los 12 buques anticontaminación contratados por el Gobierno central para succionar el fuel del Prestige. "Nuestros marineros están cansados de ver a la tripulación de algunos de estos barcos tomando café en cubierta sin pegar golpe", aseguró el gerente de Cangas, Pablo Villar.La denuncia se realizó en la misma rueda de prensa en la que los tres patrones reiteraron los argumentos que les han empujado a protagonizar una huelga de hambre indefinida que iniciaron ayer por la tarde.SOSPECHOSA INACTIVIDAD "Ya hay denuncias formales contra la sospechosa inactividad de algunos de estos buques", aseguró el patrón de O Grove, Francisco Iglesias. Los marineros no son los únicos que se han quejado. Los responsables de Greenpeace han fotografiado en varias ocasiones al buque italiano Acqua Chiara fondeando en la tranquila dársena de la isla de Ons sin actividad aparente alguna.Un portavoz del Gobierno dijo que ayer trabajaron nueve buques extranjeros y que sólo tres estuvieron atracados por el mal tiempo, pero no precisó dónde trabajaron. Los marineros de las rías no los vieron, y en los alrededores de la gran mancha que salió del Prestige tras hundirse sólo trabajó Pescanova.Los representantes de las cofradías entienden que el tipo de contrato que el Gobierno ha firmado con estos buques es inoperante. Cobran por día, no por fuel recogido, y no tienen por qué justificar actividad alguna. "La excusa del mal tiempo les viene de maravilla. Pero nosotros nos jugamos la vida llueva o truene", insistió Iglesias.MEDIDA DESESPERADAEsta denuncia sirve a los patrones como ejemplo del "desinterés" con que el Gobierno lleva la crisis del Prestige. Su desesperación les ha llevado a iniciar una huelga de hambre que anoche no secundó ninguno de los otros 19 patrones mayores de la federación de cofradías de Pontevedra."No queremos ser protagonistas de nada. Sencillamente estamos desesperados y ya no se nos ocurría otra cosa para sensibilizar a unos gobernantes que han perdido toda nuestra credibilidad", apuntó el patrón mayor de Pobra de Caramiñal, Manuel Maneiro. La lista de medios que piden es sencilla: un mando único que coordine los movimientos de la flota, barreras anticontaminación oceánicas, cincuenta skimmers (aparatos para recoger fuel), helicópteros que localicen las manchas en el mar y buques gabarras que funcionen como depósitos en el mar y eviten a las embarcaciones pasear el fuel que quedó atrapado en las bordas por el interior de las rías.EL MATERIAL NO LLEGAHace más de 20 días que la Xunta tiene en sus manos un documento que detalla estas reclamaciones. "No nos dicen ni que sí ni que no. Nos marean de unos a otros, pero no llega nada", insistió Villar. No han aparecido ni los 500 chalecos salvavidas de máxima seguridad que las cofradías pidieron para los marineros que se juegan la vida pescando el fuel en mitad del mar embravecido.Iglesias aseguró que el capitán marítimo de la ría de Arousa, Roberto Rietz, ha confesado reiteradamente a los patrones mayores que, con el medio centenar de skimmers solicitados, "en la ría no entraría ni una gota de fuel".