Ya quisieran para sí los criados díscolos del famoseo nacional la suerte del británico Paul Burrell. El exmayordomo de Diana de Gales ha pasado a engrosar la lista de los exhibicionistas del hogar y muestra su casa en el último número de la revista Hello!, el equivalente británico del ¡Hola!. En las imágenes, Burrell posa en un salón presidido por el retrato de la que fuera su jefa y con la que, dice, mantuvo una estrecha amistad. Burrell ha superado el rol que parecía haberle tocado en suerte desde que decidió tirar de la manta y airear los trapos sucios de la familia real británica. Vendió la intimidad de Diana y ahora empieza a comerciar con la suya.