La Audiencia de Las Palmas condenó ayer al principal imputado en el caso Kárate , el mayor proceso por pederastia juzgado hasta la fecha en España, Fernando Torres Baena, a 302 años de cárcel, como autor de 35 delitos de abuso sexual y otros 13 de corrupción de menores.

La sentencia, leída en vista pública por el magistrado ponente, Salvador Alba, condena además a 148 años de prisión a María José González, esposa de Torres Baena y monitora de su academia de artes marciales, y a 126 años a Ivonne González, profesora de kárate del mismo centro. El tribunal encuentra culpables a María José González de 20 delitos de abuso sexual y a Ivonne González de 17, pero absuelve al cuarto imputado, el monitor Juan Luis Benítez, para el que se habían solicitado penas de hasta 20 años de prisión.

CASO DE "MEGAABUSOS" La Audiencia de Las Palmas subrayó que este sumario recoge un caso de "megaabusos", "sin precedentes en la historia jurisprudencial del país", en el que medio centenar de personas fueron sometidas "a relaciones sexuales indiscriminadas, daba igual la edad o el sexo", durante cerca de dos décadas.

El tribunal ha considerado que estos hechos merecen "el máximo castigo" previsto en el Código Penal y, además, "exhorta" de forma expresa al legislador a endurezca el castigo para este tipo de delitos, por entender que la condena máxima "resulta insuficiente".

El fallo ordena además la clausura del gimnasio donde se cometieron los hechos y el decomiso de todos sus bienes. La sentencia ha contado con un voto particular del presidente del tribunal, Emilio Moya, que suscribe todos los hechos probados que declaran sus compañeros y las razones que les llevan a imponer las mayores penas en cada caso, pero discrepa de la absolución de Juan Luis Benítez que, a su entender, debió ser condenado.

El magistrado Emilio Moya considera "ilógico" que Benítez haya sido absuelto de tres cargos de abusos sexuales que se le imputaban, cuando, a su juicio, formaba parte de la "pirámide de abusos" levantada en torno a una academia de artes marciales que era "un auténtico puterío, como han declarado algunos testigos".

RECONOCIMIENTO PUBLICO Moya comenzó la explicación de sus motivos con un "reconocimiento público" a la testigo número 1, una joven que contó a su profesor los abusos que estaba sufriendo porque no quería que el hermano de una amiga, que iba a ser matriculado en el gimnasio de Torres Baena, pasara por lo mismo que ella.

"La testigo número 1 tuvo el valor de descubrir esta trama de abusos y corrupción. Este reconocimiento lo extiendo a todas las víctimas que han pasado por este proceso, que han tenido que declarar hasta cuatro veces hechos muy dolorosos para ellos, y también a sus familias", subrayó.

La Asociación de Víctimas del Caso Kárate mostró su satisfacción por la sentencia porque "da por ciertos los hechos" denunciados y desmonta la teoría de la conspiración esgrimida por el principal acusado. El letrado de la asociación, José María Palomino, indicó que la resolución "en lo sustancial" acoge las pretensiones de la mayoría de las víctimas respecto de los tres acusados principales. Igualmente, Palomino manifestó que la asociación comparte el voto particular en relación al acusado Juan Luis Benítez. En cualquier caso, el letrado añadió el equipo de juristas que han ejercido, junto a él, la acusación particular en nombre de la mayoría de las víctimas, "estarán a las indicaciones de los miembros de la asociación, por si estiman pertinente recurrir" esta sentencia.

Por su parte, la defensa de Fernando Torres Baena avanzó que sí presentará recurso. En relación a las palabras del tribunal --que recordó que algunos testigos calificaron la actividad en la academia de Kárate como "auténtico puterío"-- letrado Angel Luis Calonge resaltó a su salida de la Audiencia que "nadie va a una casa de putas obligado".