Antonio Ortiz, el presunto pederasta de Ciudad Lineal, se acogió ayer a su derecho a no declarar ante los magistrados de la Audiencia de Madrid que le juzgan por las cuatro supuestas agresiones sexuales a menores que se le imputan, cometidas entre el 2013 y el 2014. Es la misma actitud que ha mantenido durante toda la instrucción . «No voy a declarar señoría», ha dicho sonriente. La fiscalía reclama para él 77 años y 6 meses de prisión.

Al inicio de la vista, la presidenta del tribunal le ha preguntado si conocía los hechos de los que se le acusa, a lo que Ortiz ha manifestado que sí. Por ello, no se han leído en la sala los escritos de acusación.

Visiblemente moreno y con el pelo más corto que cuando fue detenido, Ortiz vestía sudadera gris, camiseta verde, pantalón beige y zapatillas. Lucía barba de tres días, canosa y, en contra de lo que se pudiera pensar, sigue en forma. Presentaba un aspecto corpulento.

El acusado entró cabizbajo a la sala y trató de taparse el rostro al ser fotografiado. Se mantuvo serio, impasible ante lo que iba pasando en la sala en la fase de cuestiones previas.

El abogado de Ortiz, Cristóbal López Sitjar, se opuso a que hubiera nuevas pruebas, dado que no era el momento procesal para ello. También expresó su negativa a ser fotografiado, ya que este extremo le trae problemas. En los pasillos, la defensa manifestó que su cliente estaba «muy cabreado», ya que consideraba que ya está juzgado. Su letrado pidió la libre absolución.

PSICÓLOGA / La fiscal planteó en la fase de cuestiones previas que se incorporasen planos detallados de los lugares donde cometió presuntamente los abusos, ya que los del sumario eran de Google y pidió que se incorporase el testimonio de la psicóloga que atendió a una menor agredida supuestamente por el acusado, solicitud a la que se accedió.

Tras negarse a declarar, se visionó la exploración (declaración ante un equipo de expertos) de las menores agredidas. Esta prueba se realizó durante la investigación para que las niñas no tuvieran que ir al juicio.

La primera agresión sexual que se atribuye a Antonio O. fue el 24 de septiembre del 2013. Abordó a una niña de 5 años en un parque y la engañó diciéndole que conocía a su madre. La siguiente fue el 10 de abril del 2014, cuando una niña de 9 años salía con dos amigas de una tienda de chucherías del barrio de Ciudad Lineal y el procesado la engañó prometiéndole que le regalaría ropa. La drogó y condujo hasta un inmueble donde la agredió sexualmente. Más tarde, el 17 de junio, volvió a persuadir con mentiras a una niña de 6 años. Logró llevarla a un lugar apartado, donde consumó la agresión. El 22 de agosto, abordó a otra menor de 7 años cuando se separó de su hermano y su tío en un parque. En todos los casos usó su vehículo. Las víctimas presentan un cuadro de secuelas físicas y psíquicas.