Jorge León Escudero, un pentapléjico de 53 años, apareció el pasado jueves muerto en su domicilio de Valladolid. La policía lo encontró después de que una vecina avisara a los servicios de emergencias. El hombre estaba desconectado del respirador automático que le mantenía con vida desde hace seis años, cuando una caída le postró en una silla de ruedas. Escudero, que solo podía mover los labios, había reivindicado públicamente en numerosas ocasiones el derecho a tener "una muerte digna".

El titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Valladolid ha decretado el secreto del sumario. Sin embargo, según publicó ayer ABC, Escudero dejó varias cartas escritas con su ordenador y dirigidas a varias personas.

Ante lo delicado del caso, el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Cecilio Vadillo, explicó que nadie debe formular hipótesis y destacó que la policía tiene que limitarse a inspeccionar la casa y comprobar si el pentapléjico "murió por causas naturales o no".