¡Hermanito!

Así es como durante dos años un día tras otro me dabas los buenos días acompañado de un abrazo, sin esperar nunca a cambio una respuesta. Si pudiera imaginarse cuánto echo de menos eso, que para mí era tan cotidiano y ahora cada mañana me falta.

Cuántas noches sueño con kalcetines que así le llamaba cariñosamente buscando incansablemente una pequeña parcela para hacer feliz a todos los que le rodeábamos en el trabajo sin denotar jamás una pizca de cansancio, pues ahora por fin has encontrado una parcela con las mejores vistas al mundo y como la que nadie jamás encontrará una igual, vallada con tu gran corazón que si algo te sobraba precisamente era eso, como bien supiste demostrarnos.

Siempre estarás conmigo, te queremos kalcetines .

Raúl Gil Tercero

Cáceres