EDAD 51 AÑOS

LUGAR DE NACIMIENTO BARCELONA

FORMACION INGENIERO INDUSTRIAL

TRAYECTORIA EXGOBERNADOR CIVIL

Es el hombre que ha gestionado la movilidad de Barcelona en los últimos cinco años. Pere Navarro lleva apenas un mes al frente de la Dirección General de Tráfico (DGT). El cambio es notable. En el ayuntamiento barcelonés, recibía un parte anual con 40 muertos. Ahora, se enfrenta a 5.400. Quiere atajar la siniestralidad. Dice saber cómo y tiene ganas de hacerlo.

--Está usted recién aterrizado de Barcelona. ¿Qué panorama se ha encontrado en la DGT? ¿Qué consejo le dio su antecesor, Carlos Muñoz Repiso?

--El traspaso de papeles ha sido modélico, pero no todos los consejos que me dieron son susceptibles de ser publicados. Lo primero que impresiona en la DGT son las cifras. No creo que los españoles sean conscientes del drama. Si le preguntamos a un ciudadano cuántas personas se mueren al año, nos dirá que 600. Pero hay 5.400. Esto es lo más parecido a una catástrofe. Hay que romper una sensación de que es algo inevitable.

--Sus antecesores decían que en España era difícil inculcar el sentido de la responsabilidad porque es un país latino donde la gente bebe...

--Las cifras de siniestralidad no pueden ser el precio a pagar por la modernidad. No hay otra actividad que tenga un balance tan dramático. Los países del entorno han obtenido resultados.

--Usted ha declarado la guerra al alcohol y la velocidad este verano duplicando los controles. El carnet por puntos está en fase de elaboración ¿Qué mensaje real le gustaría dar a los conductores?

--Si todos ponemos algo de nuestra parte, esto funcionará. Si todos van a la suya, es insostenible. De nosotros depende el hecho de poder reducir las cifras.

--¿El carnet por puntos será una realidad dentro de un año? ¿Hay tiempo?

--Es el reto que tiene la DGT, que se juega parte de su prestigio.

--¿Los reincidentes no necesitan un Código Penal más duro?

--Hay un largo trecho antes de llegar al Código Penal. No debemos caer en la tentación fácil de aumentar las penas. Hay aún mucho trabajo político.

--La ley prevé penas de cuatro años, pero pocos jueces emiten sentencias duras.

--Existe la sensación de que en la justicia no hay la sensibilidad necesaria. Quizás, haya que hacer cursos para jueces y fiscales para explicar lo que hay detrás de los accidentes.

--Para atajar la siniestralidad todo está ya inventado. ¿Queda algo por hacer?

--En la UE hay ahora debates interesantes. Uno de ellos, el de prohibir fumar a los conductores. Es una actividad que distrae porque hay que coger un cigarrillo, el encendedor...