El diestro Miguel Angel Perera, que "reventó" el último día la feria de La Magdalena de Castellón con un triunfo incontestable de cuatro orejas y un rabo, quiere volver a mandar este año con un toreo "más puro y macizo", pero sobre todo "quiero demostrar que estoy mejor y más redondo que en 2008", declaró el propio Perera.

El matador de pacense, de Puebla de Prior, desató la locura en la ciudad de La Plana en una tarde de la que salió "feliz y muy satisfecho" no solo por el triunfo, sino también por "ver que cada día me voy estando mejor" y por haber "empezado el año al nivel propuesto", confesó el extremeño. Y lo prueban su triunfo grande en la feria de Olivenza, el rabo que cortó el día 21 en Almendralejo y el zambombazo en Castellón.

Lo que demuestra Perera es que "hay que asumir los contratiempos. Son algo que forman parte de nuestra profesión. Lo importante es no bajar la guardia. Es normal que la gente se preguntase cómo volvería tras la cornada de Madrid, pero he demostrado que con esfuerzo, trabajo y sacrificio, las cosas siempre salen bien".

Perera comenta así sus faenas de Castellón. "El primero fue un toro de recrearme más con él, cuando lo ataqué respondió bien. Fue una faena de menos a más, con un final muy apretado, que llegó a la gente. En el segundo vino lo grande, un toro más fiero y exigente, con el que aposté, y gané".

Ahora es cuando los empresarios de Valencia, donde no contrataron a Perera para las Fallas, y los de Sevilla, que tampoco lo anunciarán para la Feria de Abril, estarán haciendo cuentas con él, un hecho que Perera prefiere no valorar, ya que "ellos sabrán". Y para esta temporada: "mantener el ritmo que llevo desde 2007 y una regularidad de triunfos. Quiero competir con mis compañeros y conmigo mismo, porque me he propuesto una meta que todavía veo lejos", finalizó.