El diestro Miguel Angel Perera fue ayer dado de alta del Hospital General de Ciudad Real donde estuvo un día ingresado por el percance que sufrió en la plaza de toros de aquella capital manchega, y deberá guardar cuarenta y ocho horas de reposo absoluto antes de volver a torear.

Perera resultó arrollado por el quinto toro de la ganadería de ´La Palmosilla´ en el último festejo de la Feria de Ciudad Real, al tratar de hacer un quite a su picador, anteriormente derribado, momento en el que el animal se arrancó, haciendo por el torero, golpeándole con brusquedad por la espalda y llevándoselo por delante.

Las primeras valoraciones en la enfermería de la plaza señalaban una pequeña cornada en la "región supralumbar derecha" además de "un fuerte traumatismo con posible fractura costal", lesión esta última descartada finalmente por los médicos.

A consecuencia de este percance, Perera no pudo hacer el paseíllo ayer en Bilbao, donde iba a torear mano a mano con El Juli, ni tampoco podrá hacerlo mañana en Málaga en el mano a mano nocturno que le iba a enfrentar con Sebastián Castella.

La reaparición tendrá lugar en Cuenca, el domingo o el lunes, pues está anunciado ambos días en la Feria de San Julián, dependiendo de la evolución en estas 48 horas, que será cuando los médicos determinen si ha bajado la inflamación y si está en condiciones de torear.