Miguel Angel Perera, herido grave el lunes pasado en la plaza de toros de Burgos, recibió ayer el alta hospitalaria, y ya piensa en su próxima reaparición, que, "si todo evoluciona bien", se producirá el próximo día 9 en Teruel, avanzó el apoderado del diestro, Fernando Cepeda.

Cepeda explicó que Perera "no se quiere perder Pamplona, la corrida de Jandilla del día 14. Por nada del mundo se plantea no torear allí, por la importancia de la plaza y por las exigencias que conlleva. A él le gustan los retos, y nos dice que en Pamplona hay que estar como sea".

Sin embargo, los médicos no han establecido todavía plazos para la recuperación y puesta a punto definitiva de Perera, que ayer abandonó por su propio pie el Hospital General Yagüe de Burgos, para viajar por carretera y dirigirse a su domicilio en Badajoz.