La metamorfosis , de Frank Kafka, es la vigésimo segunda entrega de la colección Biblioteca de la Literatura Extremeña y Universal, que EL PERIODICO pone mañana a disposición de sus lectores por un euro más el precio del diario.

Los expertos recalcan que la literatura universal experimenta un antes y un después desde la aparición de La metamorfosis , en 1912. Con esta obra, novela o relato corto, el escritor judío Franz Kafka trazó premonitoriamente el perfil del siglo XX, un siglo que se estrenó con absurdas guerras y culminó con cotas de enajenación extremas, cuya capacidad destructiva pone en peligro la supervivencia de amplios sectores de la humanidad y la existencia misma del planeta. El destino de Gregorio Samsa, el personaje que un día amanece convertido en bicho, es una parábola perfecta.

Otras novelas de Kafka y sus cuentos confirman esta visión: las estructuras en las que vivimos inmersos --es decir nuestra existencia-- se convierten, en algún momento, en poder, burocracia, alienación, coacción, guerra. Como ya está en boca de todos: la vida, en una cruel metamorfosis, se vuelve kafkiana.

Kafka nació en Praga el 3 de julio de 1883 y era hijo de una acomodada familia de comerciantes pertenecientes a la minoría judía de lengua alemana. A los 23 años obtiene el título de doctor en Derecho y trabaja como empleado en varias compañías de seguros. La sombría imagen de un ser permanentemente angustiado y triste es legendaria e incierta. Kafka era un ser alegre, bromista, cordial y comunicativo. Fue dueño de una vigorosa alegría de vivir y disfrutar y enfrentó con poderosa fuerza interior las angustias de su difícil vida familiar. El 3 de julio de 1924 muere víctima de tuberculosis. Su más íntimo amigo, el crítico y escritor Max Brod, hace caso omiso de su última voluntad y, en lugar de destruir sus obras, da a conocer al mundo su genio literario.