Por la igualdad y contra la violencia hacia las mujeres. Porque las personas pueden cambiar el mundo y porque las palabras y las imágenes tienen la fuerza suficiente para ello. Porque la humanidad somos hombres y mujeres, los periodistas extremeños se unen contra la violencia de género. Las asociaciones de la prensa de Cáceres, Mérida y Badajoz, la Junta de Extremadura y las direcciones de los principales medios de comunicación regionales han redactado un Acuerdo Marco sobre el tratamiento informativo de los casos de violencia de género. Un decálogo con recomendaciones prácticas, muchas de ellas normas éticas básicas de la vida diaria que la celeridad que requiere la labor informativa, impide que se cumplan.

Así lo señaló a este diario Pura Caballero, periodista de Televisión Española en Extremadura y una de las coordinadoras del proyecto junto a las profesionales Lali Casado y Marisol Pérez Cabrera. Según Caballero, este Acuerdo Marco que hoy se firma en la Asamblea de Extremadura en presencia del presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, está inspirado en el código de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE) y ya existe también en otras comunidades autónomas.

"El hecho de contar con este decálogo no significa que nosotros lo estemos haciendo peor que en otros sitios, pero al tratarse de un código regional, es más cercano y es más fácil de cumplir para los periodistas", señaló Pura.

El documento no es más que una serie de instrucciones éticas y prácticas que cada periodista debería seguir en el ejercicio de su labor --sobre todo en televisión, que según Caballero, es el medio que más se presta al sensacionalismo y la frivolidad, especialmente en los programas con formato magacín-- para que, cuando estén sobre un caso de violencia de género, "la impotencia se reconvierta en una acción útil y se aproveche el valor que la profesión de informar concede para educar y concienciar a la sociedad y por ende, actuar".

Así, según el decálogo, siempre se debe identificar la violencia hacia la mujer como un atentado contra los Derechos Humanos que viola la libertad, integridad y dignidad de las personas; no caer en estereotipos y tópicos, puesto que no hay un ´perfil típico´ ni de víctima ni de agresor; respetar siempre el derecho a la imagen y no presionar a la víctima o a las personas de su entorno para recabar información; completar la información policial con la judicial y la que puedan proporcionar especialistas como los psicólogos; uso de un lenguaje no discriminatorio o facilitar en todas las informaciones el teléfono de ayuda contra los malos tratos, el 016, así como el de urgencias y emergencias (112).

Normas que para ser conocidas por todos los profesionales de la región, serán debatidas en encuentros de carácter informal en ciudades como Badajoz, Zafra, Don Benito, Cáceres o Plasencia.