Investigadores de la Universidad de Kyushu, en Fukuoka (Japón), han conseguido que un perro entrenado sea capaz de determinar si una persona tiene cáncer colorrectal oliendo su aliento o sus heces. El estudio asegura que el animal, una hembra de labrador retriever de ocho años llamada Marina, tiene una tasa de aciertos superior al 95% incluso en el caso de que la enfermedad se encuentre en fase inicial. Los detalles del estudio se han publicado en la revista especializada GUT , del grupo del British Medical Journal (BMJ).

Sus autores afirman que lo que hace --y muy posiblemente harían otros perros-- es detectar ciertos componentes químicos volátiles desprendidos de células cancerosas que circulan por el cuerpo humano.

El experimento abre la posibilidad de desarrollar pruebas para detectar la enfermedad antes de que haya podido extenderse a otras partes del cuerpo, dicen los investigadores, aunque asumen que es difícil que un perro mantenga las rutinas cotidianas necesarias para el diagnóstico. De hecho, los autores admiten que recurrir a perros para detectar cáncer probablemente es poco práctico y caro, aunque añaden que a partir de este hallazgo se podría desarrollar un sensor para detectar componentes específicos. Antes se habían obtenido resultados prometedores con perros en la detección de tumores de pulmón, mama, vejiga y melanomas. Incluso a partir de muestras de orina.