Solo habían pasado unos minutos desde que las imágenes de la catedral de Notre Dame en llamas empezasen a recorrer las redes sociales, teléfonos móviles y prensa, cuando el presidente de EEUU, Donald Trump, se apresuró a dar consejos a los bomberos a través de su cuenta de Twitter: el presidente sugirió ayer emplear aviones cisterna para apagar el incendio de uno de los monumentos más emblemáticos de la capital francesa.

"Tan terrible ver el inmenso incendio en la catedral de Notre Dame en París. A lo mejor, se podrían emplear aviones cisterna para apagarlo ¡Hay que actuar rápido!", escribió el mandatario estadounidense en un mensaje en su cuenta personal de Twitter. La realidad, según los epertos, es que el peso del agua podría haber destruido, todavía más, el edificio. Ni que decir tiene que las redes se han llenado de respuestas y de críticas.

En respuesta, Protección Civil francesa ha advertido de que "cientos de bomberos están haciendo todo lo posible para controlar el terrible incendio de #NotreDame. Se están utilizando todos los medios, excepto los aviones que bombardean el agua que, si se usan, podrían provocar el colapso de toda la estructura de la catedral".

El eurodiputado checo Petr Jezek fue más allá e ironizó sobre el mensaje de Trump. "La primera frase da esperanzas sobre una reacción normal. Solo la primera frase", apuntó Jezek en su cuenta en Twitter.