Jamie Janes tenía 20 años y pertenecía al primer batallón de la Guardia de Granaderos del Ejército británico. El mes pasado murió en Afganistán. Una explosión acabó con su vida cuando patrullaba a pie por esa trampa de los talibanes en que se ha convertido la región de Helmand. A los pocos días del luctuoso suceso, su familia recibió una carta de pésame escrita por Gordon Brown, de su puño y letra. La nota, que debía proporcionar cierto consuelo a los destinatarios, se ha convertido en un motivo más de bochorno y recriminaciones para el primer ministro.

Apenas rasgó el sobre y comenzó a leer la misiva, Jacqui Janes, la madre del soldado muerto, sintió que la indignación la invadía. La carta, con membrete del 10 de Downing Street y que el lunes pasado reproducía el diario The Sun, estaba plagada de errores y palabras a medio acabar. En la primera frase, Brown se dirigía con una caligrafía muy deficiente a la "Querida señora James". En realidad, el nombre de la madre del soldado es Janes. El primer ministro utilizaba un "you" en lugar de "your" y se equivoca al escribir el nombre del fallecido "Jamie" , que aparece medio tachado.

En pocas líneas cometía tres errores más en palabras tan comunes como "condolencias", "compañeros" y "seguridad". La nota da la impresión de haber sido escrita deprisa y corriendo, sin el mínimo de los cuidados. "Ni siquiera se ha molestado en escribir nuestro apellido bien", ha declarado Jacqui Janes a The Sun. "Además, ha tachado un error al escribir el nombre de Jamie. Lo mínimo que hubiera esperado de Gordon Brown es que pusiera su nombre correctamenteO, prosigue. "La carta fue garabateada tan deprisa que apenas la podía leer, y algunas palabras estaban a medio acabar. Es una muestra de total falta de respeto".

La madre del soldado pidió a Brown que no vuelva a enviar ninguna carta a los familiares de los soldados muertos en combate. Y clavó aún más la daga cuando acusó al primer ministro de no preocuparse lo suficiente de las Fuerzas Armadas.

"En los días que siguieron a la muerte de Jamie --señaló la madre-- recibí cartas del príncipe Philip, de Buckinham Palace, del secretario de Defensa... Todas ellas fueron escritas con el corazón y me hicieron sentir que la muerte de Jamie les importaba. Entonces llegó la carta de Gordon Brown. No pasé de las cuatro primeras líneas y tiré la carta al suelo llena de rabia". "La volví a leer un rato después", agregó. "Me decía: ´sé que las palabras apenas ofrecen consuelo´. La verdad, cuando las palabras están escritas con tanta prisa, cuando se manchan con más de 20 errores, no ofrecen ningún consuelo".

El lunes, ante el cariz que tomaba el incidente, Brown optó por telefonear a la madre del joven y pedirle disculpas. En un comunicado público reiteró su buena fe y su sincera consternación al escribir el mensaje de condolencia. No recordó --lo hicieron otros por él-- que siempre ha tenido problemas de visión desde que durante un partido de rugby en su juventud se quedara ciego de un ojo.

La forma en que la desgraciada nota ha sido utilizada como arma política despierta, sin embargo, ciertas sospechas. El diario The Sun, de Rupert Murdoch, ha dado su respaldo al conservador David Cameron en las próximas elecciones. El diario mantiene una dura campaña contra el laborista por la forma en que dirige el despliegue militar en Afganistán.