"Me siento libre en el agua, me gusta la sensación". Esa libertad es la que hace que Héctor Castro Valle no quiera salir de la piscina y se haya convertido en una de las jóvenes promesas de la natación en la región. Con solo 17 años, este placentino acumula ya un buen número de medallas, las últimas, dos oros y una plata en los últimos Campeonatos de Extremadura, celebrados el mes pasado en Cáceres.

Llama la atención que, debido a su palmarés, Héctor no recuerda ya cuándo consiguió su primera medalla. Sí tiene claro de cuáles está más orgulloso y son las seis que ha conseguido en la categoría absoluta, en la que compiten nadadores con edades a partir de los 18 años. La suya es la categoría junior, pero aún así, ha conseguido dos oros en las pruebas de 1.500 metros libres, otros dos en 400 metros libres y dos platas en 200 metros libres. Todas en campeonatos absolutos de ámbito regional.

Además, es actualmente campeón extremeño absoluto de natación en aguas abiertas, con una distancia recorrida de 3.000 metros. Y no es de extrañar porque, como si de un pez se tratara, Héctor reconoce que sus pruebas preferidas son las de larga distancia "porque me gusta estar bastante tiempo nadando y puedo disfrutar más de la natación que en las pruebas cortas".

Por eso, tiene claro que su próxima meta es el Campeonato de España de natación en aguas abiertas. Le gustaría participar y, si es posible, ganar, pero para ello debe colarse entre los 24 primeros de España en esta modalidad. Pero esto no le echa para atrás porque confía en sus posibilidades y porque no vive de sueños. De hecho, afirma que, en cuanto a sus objetivos, "me pongo metas cercanas" y a corto plazo, siempre con el propósito de "nadar todo el tiempo que pueda y conseguir todo lo que pueda".

Así, no hay fronteras para este joven que comenzó a nadar gracias a los cursos a los que le inscribieron sus padres y que, con solo diez años, se inscribió en el Club Natación Plasencia y comenzó a competir. El primer año, reconoce que "fui para ver cómo era una competición, pero no me lo tomé muy en serio".

Fue tras continuar sus entrenamientos y conseguir mejorar sus marcas que comenzó a ver la natación con otra perspectiva y ahora es su prioridad. Aún así, no ha dejado de lado sus estudios y compagina los entrenamientos y competiciones con un ciclo formativo de grado medio de instalaciones eléctricas y automáticas. "La típica broma es que la electricidad y el agua no compaginan", dice.

Su familia le apoya y lamenta, al igual que Héctor, que Plasencia no cuente actualmente con ninguna piscina en la que entrenar. Héctor lo hace en el Centro de Tecnificación Deportiva de Cáceres y actualmente está de concentración en Canarias.