El joven de unos 20 años, natural de la provincia de Badajoz, acusado de intentar asesinar a puñaladas, en marzo del 2014, al conductor de un autobús e intentar matar a otro, con la atenuante de padecer trastornos, en la línea entre la capital cordobesa y el municipio de Belalcázar, ha pedido "perdón" tras reconocer los hechos.

Así lo ha declarado durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Córdoba, que ha quedado visto para sentencia, después de que la Fiscalía ha rebajado de 18 años a 12 años y seis meses de prisión la petición de penas para el procesado, al aplicar, además de la citada atenuante, la correspondiente por el reconocimiento de los hechos.