Ni el inicio de la temporada de lluvias en el Cuerno de Africa cambia la dramática situación de los millones de personas que viven en esa zona. La sequía es extrema desde hace seis meses y sus consecuencias, extremecedoras. La ONU lo denunció ayer. La directora ejecutiva de Unicef, Rima Salah, alertó de que unos 40.000 niños corren el riesgo inmediato de morir de desnutrición.

La sequía afecta a los cinco países que integran la región --Eritrea, Etiopía, Kenia, Somalia y Yibuti-- y a una población de 16 millones de personas. Ocho millones se encuentran en situación de emergencia, de ellas, 1,6 millones son niños menores de cinco años.

"Serán los próximos en morir -según Salah- porque sólo se alimentan de leche y carne".

Unicef alerta de que 300.000 niños están muy mal alimentados y 40.000 corren el riesgo de fallecer si la comunidad internacional "no acepta compartir la responsabilidad y ofrecerles la asistencia que requieren", explicó.

La directora ejecutiva de Unicef reclamó a la comunidad internacional los 54 millones de dólares que todavía no ha recibido, de los 80 millones que pidió a principios de año.