EL PARLAMENTO Europeo adoptó ayer una resolución en la que aboga por que la dislexia, la disfasia, la dispraxia y el déficit de atención sean formalmente reconocidas como discapacidades por las autoridades sanitarias de la Unión Europea. El texto alerta de que más del 10% de los niños de la UE sufren estas disfunciones del aprendizaje.