El Instituto Nacional de Toxicología ha perdido los gusanos que se extrajeron de los cadáveres de dos millonarios alemanes desaparecidos en 1995 y cuyos cuerpos fueron descubiertos tres años después en un pozo en Cruïlles (Baix Empord ). El análisis de esos animales debía permitir conocer la fecha de la muerte de Inge Dörh y su hijo Rolf Hesse. Ahora, cinco años después, Toxicología ha informado al Juzgado de La Bisbal d´Empord que instruye el caso de que no los encuentra.

El director del Instituto, Juan Luis Valverde Villarreal, ha dirigido una carta a la titular del Juzgado de Instrucción número 4, Gemma Garcés, en la que expone que, en mayo de 1998, después de realizar las pruebas de ADN a los cuerpos de Dörh y Hesse, se dispusieron a estudiar los gusanos hallados en su interior.

Al no encontrarlos, "se buscaron durante un tiempo por todo el instituto pero no aparecieron. Se esperó que, una vez transcurrido cierto tiempo, aparecerían en algún lugar dejados por error, pero no ha sido así, por lo que lamento comunicarle que los damos por desaparecidos", concluye Valverde en el comunicado, reproducido ayer por El Punt .

Este contratiempo retrasa más la conclusión del sumario por el crimen. Cuando se encontraron los cadáveres, las sospechas se dirigieron hacia el inglés Gregory Jason Cook que, un año antes --cuando ya se había denunciado la desaparición--, había sido detenido por intentar cobrar un cheque firmado por Rolf Hesse.