Con la muerte del chileno Roberto Matta, a los 91 años de edad, desaparece uno de los artistas latinoamericanos más significativos del siglo XX y uno de los últimos representantes del surrealismo.

Matta, que desde finales de los años 80 residía en Italia, falleció en la noche del sábado, en Civitavecchia.

Pintor, escultor, arquitecto y poeta, Matta nació en Santiago de Chile el 11 de noviembre de 1911 y considerado uno de los grandes representantes plásticos del surrealismo y el expresionismo abstracto, Matta había obtenido el pasado año la nacionalidad española.

TECNICA

Matta desarrolló una técnica de una gran imaginación visual y un vivo sentido del color. Su quehacer evolucionó de las preocupaciones metafísicas y religiosas a dibujos figurativos que, a su vez, derivaron en la abstracción y luego el surrealismo.

Su despegue artístico comenzó en 1933 cuando viajó a Europa. En los siguientes años conocerá a personalidades destacadas de la cultura occidental (Le Corbusier, Alberti, García Lorca, Walter Gropius, Henry Moore, Neruda y a Picasso).

Con sus primeras obras surrealistas Morfología psicológica , Matta intentó transferir a la pintura la técnica de la escritura automática, dejando al inconsciente guiar al pincel sobre la tela.

En los años 40, sus figuras tomaron la apariencia de personajes de historieta y, durante la década de los años 50 sus dibujos se volvieron más expresionistas. A comienzos de los años 60 hizo varios murales para la Universidad de Santiago de Chile y en los años 70, el artista produjo obras cósmicas y apocalípticas.