La Universidad de Extremadura no adelantará la paga extra de diciembre a sus trabajadores como ha hecho el Gobierno regional a los funcionarios que dependen directamente de la Administración. Así lo confirmó ayer el rector de la Uex, Segundo Píriz, a la comunidad universitaria a través de un correo electrónico que llega unas horas después de que la vicepresidenta del Gobierno, Cristina Teniente explicara ayer, al término del Consejo de Gobierno, que debía ser la institución la que tomara una decisión al respecto. Y tomada está.

El comunicado de Píriz a los cerca de 3.000 trabajadores de la Uex explica que la institución no afronta este adelanto por cinco motivos, entre los que se encuentra la falta de liquidez por los recortes y la deuda de 20 millones de la Junta. En el primero de ellos, el escrito recoge que la universidad tiene una situación peculiar al contar con empleados públicos de diversa naturaleza, "supeditados a regímenes jurídicos diferentes".

Añade que un amplio colectivo de sus trabajadores, el personal funcionario docente e investigador, está sometido "exclusivamente a la legislación estatal y respecto a ellos las entidades autónomicas no poseen ningún tipo de atribuciones para perfilar un régimen diferenciado", ya que se rige por las directrices básicas que impone la Ley de Presupuestos Generales del Estado, la cual no prevé que sea factible los anticipos de la extra. "Además, este colectivo abona cuotas a Muface por catorce pagas y esto supone una dificultad añadida, ya que aunque pudieran anticiparse las pagas, se precisaría de una normativa legal para realizar las cuotas sin el devengo oportuno".

En el caso del personal laboral de Administración y Servicios, cerca de un millar de empleados, estos cuentan con tres pagas extraordinarias, mientras que los técnicos de apoyo perciben las pagas extras prorrateadas por meses devengados, por lo que el anticipo acarrearía graves problemas técnicos, asegura Píriz. "Para salvar estos se necesitaría una alteración total del programa que soporta los recursos humanos y que al ser exclusivo de esta universidad, tendría que ser sufragado económicamente por la misma y precisaría del tiempo que comporta una modificación de envergadura".

El tercer motivo es por tanto económico. "Los sucesivos recortes en los presupuestos hacen que la obligada estabilidad presupuestaria se vea afectada. El anticipo puede distorsionar una tesorería rigurosa que, gracias a una gestión modélica, paga mensualmente nóminas y proveedores".

RETRASOS DE LA JUNTA El rector reconoce que existen retrasos en las subvenciones nominativas de la Junta y en otros montantes, que suman más de 20 millones, lo que les obliga a tirar de otros ingresos, "especialmente de la partida para la construcción de los Institutos Universitarios de Investigación", para cubrir necesidades básicas. Alerta, además, de que las dificultades de tesorería aumentarán con el "recorte sustancial de la subvención de la Junta, que mensualmente ascenderá a 7,2 millones, frente a los casi nueve que implica el pago de nóminas mensuales y de la seguridad social, lo que obliga a afrontar con fondos propios la diferencia". Así, un posible adelanto de esta polémica extra "dificultaría el pago de las nóminas ordinarias y a los distintos proveedores", indica Píriz.

MAS PROBLEMAS En un cuarto argumento el documento recoge que un anticipo supondría también que cualquier baja o cambio generaría la inmediata petición de reintegro y si no se atiende crearía una nuevo problema a la Uex que no cuenta con la colaboración de entidades que tienen legalmente atribuida la puesta en marcha de procesos de apremio, una cobertura legal que sí tiene la Junta.

Por último, Segundo Píriz recuerda que la Uex, ante la supresión de la extra, abrió en diciembre una convocatoria para adelantar hasta 500 euros aquellos trabajadores con mayores necesidades con el compromiso de devolverlos. Con estos argumentos y una llamada a la comprensión, el rector zanja la polémica generada en torno a la Uex tras la demanda de varios sindicatos que exigían el pago de la extra. "Somos plenamente conscientes de lo que supone el recorte de una paga extraordinaria que asumimos solo porque viene impuesta legalmente", finaliza el escrito firmado por el rector.