El ministro de Educación, Angel Gabilondo, se propone que, a partir de ahora, las reformas educativas que se lleven a cabo en España cuenten con el apoyo de dos tercios del Parlamento para poder implantarse. Así se formula en el documento que ayer presentó ante los responsables educativos de las comunidades autónomas, donde se esbozan un centenar de medidas que, a su juicio, deberían figurar en el Pacto Social y Político por la Educación que persigue sellar con todas las fuerzas políticas y la comunidad educativa en las próximas semanas.

La aspiración de Gabilondo nunca se ha plasmado hasta ahora en las grandes leyes educativas. El Ministerio de Educación cree que para acometer las reformas que el sistema educativo requiere hay que dotarlo de "estabilidad" para que su aplicación sea efectiva y contar con el concurso de "los diferentes gobiernos que se configuren tanto en España como en las diferentes comunidades autónomas".

SECUNDARIA: Un 4° de ESO para dos tipos de alumno

En Secundaria, la principal etapa a reformar, el documento aboga por un cambio en 4° curso de ESO. Se quiere que tenga carácter orientador y encamine los pasos del alumnado hacia el Bachillerato o los ciclos de FP de grado medio.Aquellos alumnos que no hayan aprobado 3° de ESO, podrán optar entre repetir ese curso, cursar un programa de diversificación curricular o un Programa de Cualificación Profesional Inicial. Éstos tendrán dos años de duración y quienes lo aprueben obtendrán el graduado en ESO, además de tener derecho a acceder a un ciclo de grado medio.Además, se reforzarán las medidas de orientación académica para luchar contra el abandono escolar. Según el borrador, las comunidades se centrarán en una atención más individualizada a los estudiantes, que ponga en valor el estímulo, el mérito y el esfuerzo personal. Las administraciones potenciarán los planes de actuación en zonas con mayor índice de fracaso escolar.INFANTIL: Más plazas y detectar discapacidades

El Ministerio de Educación busca ampliar el número de plazas en el tramo que va de los cuatro meses a los 6 años, haciendo especial hincapié en los niños cuya asistencia a una escuela supone una mejora significativa en su evolución escolar posterior. El borrador que ha elaborado el ministro Gabilondo también pretende fomentar la detección de necesidades específicas de apoyo vinculadas a las discapacidades.BACHILLERATO: Más flexible y con pasarelas a la FP

El borrador no contempla la propuesta del PP de ampliar el Bachillerato de dos a tres años, pero estima que la duración quedará reforzada por la opción orientativa del último curso de la ESO, "lo que permitirá que cumpla mejor las funciones asociadas a esta etapa educativa". También apunta la necesidad de mantener la flexibilidad y apoyo a los alumnos con dificultas en el primer curso, para evitar que renuncien a continuar con su formación.El proyecto ministerial se basa en las propuestas que el Gobierno ya hizo en su anteproyecto de ley de la economía sostenible, que pretendía una reforma de la FP anclada en una mayor relación entre el Bachillerato, la FP y la universidad. De esta forma, habrá convalidaciones de asignaturas de Bachillerato y módulos de los ciclos de FP.FORMACIÓN PROFESIONAL: Valorar la experiencia laboral o aprendizaje

Se pretende establecer una cooperación directa entre comunidad educativa, agentes sociales y empresas para fijar el programa educativo, de modo que responda a las necesidades del mercado laboral. Una de las principales novedades es la convocatoria de exámenes para acreditar la competencia profesional adquirida a través de la experiencia laboral o por aprendizajes no formales. Es decir, se intenta otorgar una titulación oficial a los trabajadores que demuestren sus conocimientos adquiridos a través de una enseñanza no reglada.UNIVERSIDAD: Modernización y mayor equidad

La idea, según el documento, es crear "un sistema con mucha flexibilidad y transversalidad, que permita las pasarelas", también entre FP y la universidad, y el estudiante no quede "encerrado" en una primera opción. El Ministerio se plantea una modernización e internacionalización de la universidad, así como el fomento de la equidad y la mejora de las becas.BECAS Y AYUDAS: Un tercio de becarios en la universidad

El documento plantea dos grandes objetivos: elevar la financiación del sistema educativo hasta niveles europeos e incrementar las becas y ayudas al estudio hasta alcanzar el 4,9% y el 0,2% del PIB, respectivamente. Las partidas presupuestarias deberán asegurar que las becas y ayudas llegan al menos al 50% de los alumnos de Bachillerato y FP, y al 30% de universitarios.