En tiempo de crisis, el fantasma de los recortes planea sobre cualquier iniciativa y el plan de la ministra de Sanidad e Igualdad, Ana Mato, contra la violencia machista, anunciado como respuesta al repunte de mujeres muertas, no es ninguna excepción. La denominada Estrategia Nacional contra la Violencia de Género 2013-2016 fue aprobada ayer por las comunidades con grandes dudas. Sobre el papel se dispondrá de un presupuesto de 1.539 millones de euros que el ministerio sostiene que son una "aportación extra", pero que las regiones de la oposición creen que no comportan ningún alza sobre lo que existe, entre otras razones, porque tampoco incluye el texto ninguna medida nueva especialmente significativa.

Fuentes del PP ya admitieron la pasada semana que los 1.539 millones salían de la suma de los presupuestos de todas las administraciones en la lucha contra el maltrato correspondientes a este año, más una proyección hasta el 2016. Añadían, además, que lo único que de verdad aporta el plan es un intento de coordinar mejor a todas las administraciones implicadas. Los consejeros de la oposición salieron de la cumbre de ayer con una sensación parecida.

FONDO EUROPEO "El 80% de las medidas ya las estamos aplicando las comunidades con cargo a nuestros presupuestos", explicó el consejero de Presidencia, Justicia e Igualdad de Canarias, Francisco Hernández, de Coalición Canaria. En términos parecidos se expresaron los representantes de Navarra, Asturias y Andalucía, que también destacaron la escasa credibilidad de un Gobierno que en el presupuesto de este año ha bajado en un 25%, de cinco a cuatro millones de euros, las transferencias a las autonomías para prestar asistencia a las víctimas.

Ahí el secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Juan Manuel Moreno, les contradijo al anunciar que esos cuatro millones volverán a ser cinco gracias a la aportación de un fondo europeo destinado a políticas de igualdad que nutre casi en su totalidad el Gobierno noruego. Una buena noticia en un mar de sinsabores.

Moreno aseguró en su comparecencia que "por vez primera existe una estrategia, con 258 medidas y siete grandes objetivos", que a su juicio pone a España "a la cabeza de la Unión Europea" en la materia.

El repaso de las medidas deja la sensación de déjà vu : la ventanilla única para maltratadas, mil veces prometida; la interconexión de los sistemas de recogida de denuncias de los diferentes cuerpos policiales, estudios sobre el machismo y el ciberacoso entre los jóvenes... Llamó la atención el protocolo que en cuatro meses fijará un máximo de 24 horas para derivar a una víctima de violencia de género que se encuentre en situación de emergencia a un centro de acogida. Pero poco más.

Purificación Causapié, la secretaria de Igualdad del PSOE, criticó que el Gobierno "venda una superestrategia a base de cosas que se están haciendo, destinando, además, menos recursos, mientras promueve leyes, como la reforma penal, que van en contra de todo lo avanzado".

OBJECION COMPETENCIAL Catalunya objetó que el plan, a juicio de la presidenta del Instituto Catalán de los Derechos, Montserrat Gatell, puede vulnerar sus competencias exclusivas en materia de prevención y lucha contra la violencia de género e igualdad. La previsión del Gobierno es que la estrategia pase por el Observatorio de la Violencia sobre la Mujer en los próximos días y vaya después al Consejo de Ministros en las próximas semanas, a fin de que esté oficialmente en vigor antes de que acabe el mes de junio.