El nuevo plan energético europeo para luchar contra el cambio climático costará a cada ciudadano tres euros por semana, según aseguró ayer el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, al presentar el proyecto.

Entre las medida propuestas España deberá reducir las emisiones de CO2 en el 2020 un 10% respecto al 2005 y lograr que el 20% de su consumo energético proceda de fuentes renovables.

Barroso aseguró que las medidas tendrán un "coste manejable", que cifró en menos del 0,5% del PIB anual, unos 60.000 millones de euros. No obstante, documentos de la Comisión Europea elevan ese coste al 0,6% del PIB y expertos reconocen que podría llegar al 1% del PIB

La CE ha distribuido los esfuerzos entre los países en función de su PIB por habitante, por lo que los países más ricos tendrán que reducir sus emisiones hasta en un 20%.

El objetivo es que las industrias que no participan en el sistema europeo de comercio de emisiones, entre las que se encuentran el transporte, la vivienda y la agricultura, reduzcan sus emisiones un 10% frente al 2005 en el conjunto de la UE.

20% DE ENERGIAS RENOVABLES Por otra parte, la CE propuso obligar a España a que cubra el 20% de su consumo total de energía con fuentes renovables de aquí al año 2020, más del doble de lo que representan en la actualidad (8,7% según los últimos datos disponibles, de 2005).

Estas propuestas pretenden reducir en un 20% el total de emisiones de la Unión Europea, mediante la supresión a partir del 2013 de los actuales derechos gratuitos de contaminación.

Los planes para combatir el cambio climático fueron recibidos con gran expectación, después de las presiones y críticas vertidas en las últimas semanas por la industria y varios países.

La estrategia quiere hacer realidad los compromisos que la UE asumió el pasado marzo para reducir las emisiones contaminantes y promover el uso de la energía renovable.

Para ello plantea cinco propuestas que impondrán grandes esfuerzos a las empresas europeas, pero que a la vez les ofrecerán la oportunidad de liderar los cambios necesarios para combatir el calentamiento global, subrayó ayer Barroso.

EMISIONES CONTAMINANTES Los jefes de Estado y de Gobierno acordaron en marzo, además, obligar a que el 20% de la energía que se consuma en la UE proceda de fuentes renovables y a que el 10% de los carburantes sean biocombustibles. Además, la CE ha propuesto revisar el sistema de comercio de emisiones contaminantes, a cuyas industrias que obligará a que participan en el mismo a recortar sus gases contaminantes en un 21% con respecto al 2005.

También prevé la introducción gradual de un sistema de subasta por el que las instalaciones industriales deberán comprar los permisos necesarios para poder emitir CO2, derechos que ahora conceden los gobiernos de forma gratuita.

Bruselas, además, pretende regular el almacenamiento de CO2 para su posterior inserción en el subsuelo, una tecnología que la legislación no permite y, sin embargo, interesa los estados. Por último, la CE trata de elevar la cuantía de las ayudas públicas que los estados conceden a empresas para ejecutar proyectos que reduzcan las emisiones.