El Ministerio de Fomento dio ayer un nuevo paso en su lucha para rebajar el sueldo y las preeminentes condiciones laborales de los controladores aéreos. El Boletín Oficial del Estado publicó la orden ministerial que designa las 13 primeras torres de control que privatizará con el fin de "mejorar la calidad del servicio, la puntualidad y la eficiencia económica" y bajar un 15% las tasas de navegación --hasta ahora las más altas de Europa--, según manifestó el ministro José Blanco. En el plazo de un año y por primera vez en España, las torres de los aeropuertos de Alicante, Valencia, Sabadell, Ibiza, Jerez, Sevilla, Melilla, Lanzarote, Fuenteventura, La Palma, A Coruña, Vigo, y Cuatro Vientos (Madrid) estarán gestionadas por empresas privadas.

En estos centros trabajan 190 controladores con un sueldo medio anual de 200.000 euros brutos, a los que el gestor de los aeropuertos AENA ofrece tres posibilidades: aceptar el puesto que les ofrezca la empresa que gestione la torre, quedarse en AENA aunque esto suponga cambiar de centro de trabajo o rescindir el contrato con la indemnización correspondiente. Es difícil saber qué harán, aunque fuentes de AENA calculan que hasta ocho de los técnicos pueden acogerse a la rescisión, debido a que tienen una edad elevada, y que en un porcentaje pequeño se irán a las nuevas empresas gestoras para no ser trasladados de ciudad, aunque esto suponga una rebaja considerable de su salario, que puede verse reducido a la mitad.

No obstante, buena parte de estos 190 técnicos seguirán trabajando en AENA, por lo que Fomento no se ahorrará su masa salarial, que asciende a 38 millones, de golpe.