La planta que la multinacional Becton Dikinson tiene en Fraga (Huesca) fabrica un tipo de jeringuilla para la vacuna de la gripe A(H1N1) que reduce la cantidad de producto que se desperdicia, con lo que se logran más dosis adicionales, en torno a 175.000 por cada millón de dosis administradas.

Según ha explicado a EFE Televisión el director de la planta, Javier Pardiño, el ahorro se produce gracias al diseño de la jeringuilla, que reduce al mínimo el espacio muerto en su interior, de modo que tras la inyección queda menos líquido sobrante. Para conseguirlo, el émbolo de esta jeringa tiene en su extremo una forma que se adapta a la boca del tubo por el que sale la dosis. El uso de este tipo de jeringuillas en una campaña de vacunación permite poder vacunar a más personas con la misma cantidad de vacuna, según los responsables de la compañía.

BD ha fabricado 300 millones de esta clase de jeringuillas para los principales gobiernos europeos y laboratorios farmacéuticos. En España se distribuirán unos 15 millones, que se han vendido a los laboratorios farmacéuticos que suministrarán la vacuna al Ministerio de Sanidad. El dispensador es una evolución del prototipo que se diseñó hace tres o cuatro años como consecuencia de la gripe aviar, ha explicado Pardiño.

La empresa, antigua Fabersanitas Industrial y ahora integrada en la multinacional Becton Dikinson, se mueve en el mundo de los dispositivos médicos y por ello, ha explicado Pardiño, tienen que estar atentos para poder dar una respuesta cuando se producen emergencias como la de la vacunación de la gripe A(H1N1), que aumentará claramente la demanda de este tipo de dispositivos.