Un grupo de científicos daneses ha desarrollado una pequeña planta que cambia de color, del verde al rojo, cuando sus raíces detectan explosivos enterrados. La Cruz Roja y diversas ONG que luchan por limpiar los millones de minas antipersona dispersas en todo el mundo consideran el descubrimiento como una revolucionaria idea.

El nombre científico de la planta es arabidopsis, pero en Dinamarca es más conocida como gasemad (comida de ocas) y en España como mata de la mostaza. Se trata de una pequeña y vulgar planta del tipo de las herbáceas que crece de forma indiscriminada en muchos lugares del mundo. Pero, tras haber sido manipulada genéticamente, se ha conseguido que sus hojas cambien de color cuando sus raíces detectan eel dióxido de nitrógeno que emite el material explosivo.

La empresa danesa de biotecnología Aresa, en colaboración con la Universidad de Copenhague, ha tardado tres años en culminar la investigación. Aunque todavía no ha sido probada en un auténtico campo de minas, los experimentos que hasta ahora se han realizado en los invernaderos del centro de investigaciones científicas de Risö y Copenhague, demuestran que la planta reacciona ante la presencia del gas emitido por las minas enterradas y adquiere el tono rojo de alerta.

La planta se puede sembrar sobre los campos de minas como si fuera un cereal y para evitar las críticas de los grupos ecologistas sobre la manipulación genética los científicos se han asegurado de que la planta no pueda reproducirse ni extenderse por sí misma. Su función detectar las minas o los explosivos y desaparecer sin dejar rastro.