TEtn Plasencia se hace tanta política en los bares que en los plenos municipales tienen menos importancia las mociones que la última conversación de taberna. Supongo que eso no es malo siempre que se distinga entre un pitarra con ocurrencias y un debate con razonamientos. La propia alcaldesa, Elia Blanco, es un fruto político tabernario en el mejor sentido. Fue en el bar Las Cuevas, que es a la izquierda placentina lo que el Café de l´Odéon al mayo francés del 68, donde fraguó un movimiento cultural en los primeros 80 que acabaría llevando a Elia y sus colegas al PSOE. Las Cuevas, fundado hace 39 años por Fernando Castro, anuncia estos días que seguirá manteniendo su espíritu inconformista, ahora bajo la dirección de Emilio Rodríguez y Raúl Pereira.

En una tertulia de café maduró la alcaldesa y en una barra de bar se aliñó la última crisis del grupo de gobierno socialista. Parece ser que la concejala de Seguridad Ciudadana, Josefa Pérez Camisón, criticó entre una Mahou y una Fanta a sus compañeros concejales y José Luis Díaz, líder de CCPL, ha aprovechado el chascarrillo para poner en un brete a la alcaldesa. Recuerdo cómo conocí a Díaz. Fue hace un par de años en la cafetería del hotel Las Lomas de Mérida, en el prólogo a un mitin de Ana Botella. Escuché a mis espaldas una voz de hombre que le decía a una mujer: "Tú y yo sabemos quiénes son de fiar y quiénes no". Me di la vuelta y era José Luis Díaz hablando con Raquel Puertas. Lo dicho: ¡Cuidado con la política de taberna!

*Periodista