Tras un año y medio de relación, el asturiano Jorge Javier Ríos se casó en la República Dominicana con su novia Dulce Florida Ventura, oriunda de la isla caribeña. Después de dos años de trámites, el Gobierno español sigue sin reconocer su matrimonio, al considerarlo "de conveniencia" y, hasta ahora, ella sigue atrapada en su país, sin autorización para fijar su residencia en España.

Frente a lo que consideran una "injusticia", decenas de parejas han decidido unirse en una plataforma, la Asociación Pro Derechos de Parejas en la Distancia (Aprodepad), para dar a conocer su situación y apoyarse entre ellas. Según sus datos, hay unos 300 casos conocidos, la mayoría de matrimonios celebrados en la República Dominicana, pero también en Colombia y en Perú.

En los últimos años, el Gobierno ha adoptado una política de mano dura contra los matrimonios sospechosos de ser de conveniencia, que considera una fuente de inmigración ilegal. La Dirección General de Registros y del Notariado (DGRN) del Ministerio de Justicia asegura que se trata de "una realidad en creciente aumento" en España.

NUEVO REGLAMENTO Tras un primer reglamento de 1995, la DGRN publicó en el 2006 una nueva instrucción, en que se describen las pautas para identificar matrimonios fraudulentos. Según este organismo, con estos enlaces "no se busca en realidad contraer matrimonio, sino que se pretende, bajo el ropaje de dicha institución y, generalmente previo pago, que un extranjero se aproveche de la apariencia matrimonial".

En el 2009, fueron inscritos en los consulados españoles más de 20.000 matrimonios, pero el Ministerio de Asuntos Exteriores no comunica datos de las solicitudes denegadas. Sin embargo, en una entrevista a la cadena dominicana Color Visión, el excónsul general de España en Santo Domingo, Manuel Hernández Ruigómez, dijo que su consulado rechazaba el 70% de las peticiones de inscripción de matrimonio. El actual cónsul, Manuel Lorenzo, estima que la proporción no es tan alta, pero tampoco concreta ninguna cifra.

Para comprobar la sinceridad de su matrimonio, las parejas deben entregar documentos demostrando su relación: emails, facturas de teléfono, cartas, recibos de envío de dinero... Ade- más, los consulados entrevistan a cada contrayente.

"Aparte de las típicas preguntas sobre la familia y los intereses de mi marido, me preguntaron qué me había puesto durante la noche de boda y de qué color eran mis bragas en el momento de la entrevista", dice Vanesa Torio, otra de las afectadas. "Tuve que enseñarlas, en parte para demostrarlo", añade esta gaditana de 29 años.

FIESTAS DEL PUEBLO El cónsul Manuel Lorenzo negó en una entrevista telefónica que las preguntas llegaran a esa intimidad. "A mi marido le preguntaron sobre las fiestas de mi pueblo y sobre política", explica Nerea Luezas, una bilbaína de 38 años. "¿Con estas preguntas se mide el amor de mi marido por mí?".

La resolución de los casos suele ser muy lenta, un hecho que el propio cónsul de España en Santo Domingo reconoce, pero atribuye a la falta de personal. Si la petición es desestimada, los solicitantes pueden recurrir ante la DGRN en Madrid. En los primeros siete meses del año, el 89% de los recursos fueron desestimados, una cifra en constante aumento desde el 2000.

Ante la imposibilidad de vivir en España, algunas parejas han decidido instalarse en la Repú- blica Dominicana. Es el caso de Vanesa, que trabaja como encargada de pedidos en un supermercado y tiene una hija de siete meses. Todavía están esperando un número de expediente por parte de la DGRN.