Los efectos de la crisis que hace tantos años que llenan nuestro día a día se intensifican y se consolidan. Y un dato, entre muchos, lo atestigua: la pobreza extrema se ha duplicado desde que empezó la recesión. En el 2012, según Cáritas, había tres millones de pobres muy necesitados en España, los que se ven obligados a vivir con ingresos inferiores a 307 euros mensuales. Suponen el 6,4% de la población, cuando antes de la crisis el porcentaje era del 3,5%. Es uno de los datos del octavo informe del Observatorio de la Realidad Social, elaborado por Cáritas, que refleja cómo globalmente la sociedad española se ha empobrecido y cómo ha crecido la desigualdad en su seno. Si la pobreza extrema se duplica, la convencional, fijada por debajo de los 613 euros mensuales en el 2012, se mantiene y crece ligeramente, afectando especialmente a los grupos más vulnerables de la sociedad.

Y lo que es peor: Cáritas advierte de que algo va mal en la economía española, a la que achaca un comportamiento ±anticíclicoO. La desigualdad de la renta crece mucho en épocas de crisis, pero no se reduce en las de bonanza.

SOCIEDAD DUAL El aumento de la desigualdad es estructural, según el texto, que alude a otras características indeseables de un modelo de sociedad "dual y fracturada". Además del comportamiento anticíclico, cita la configuración dual de un empleo: una parte de los empleos es estable y bien remunerada y otra, diferenciada, precaria y frágil. Al margen de los efectos inmediatos que eso pueda tener, cabe concluir que quienes tienen empleos precarios tendrán pensiones muy bajas. El informe cita asimismo como otro frente de desigualdad el de los recortes de la administración pública en varios sectores.

España ostenta el récord europeo en desigualdad: el 20% de la población concentra 7,5 veces más riqueza que el 20% más pobre; en el 2008 la proporción era de 5 a 1. Una tendencia que según el informe puede crecer a la vista del desempleo existente, el descenso de la renta media desde el 2007 (un 4%) y el aumento simultáneo de los precios (un 10%), así como por el recorte de derechos y políticas sociales. Porque según el estudio hay necesidades básicas que el actual modelo de bienestar ya no cubre. Parte de estos tijeretazos y estos aumentos de precio contribuyen a que sean los más vulnerables los que más sufren: el aumento en gasto médico, educativo, la pérdida de prestaciones.

Cáritas advierte de que tras el progresivo agotamiento de ayudas y prestaciones se ha producido un debilitamiento económico de las redes familiares, que durante los primeros años de la crisis fueron esenciales. Según la entidad, estas redes familiares se han debilitado mucho, tras un periodo en el que, por ejemplo, los pensionistas mantienen a cuatro o cinco familiares. El informe alerta de que este empobrecimiento puede ±crear el caldo de cultivo para una segunda oleada de empobrecimiento y exclusión social con efectos más intensosO que la actual.

LOS ATENDIDOS La oenegé vinculada a la Iglesia Católica ofreció cifras sobre las personas a las que atendió en el año 2012: la mitad eran inmigrantes y un tercio no tenían ingresos. Destacan también entre quienes peor lo pasan las mujeres solas con familiares a cargo y las parejas jóvenes.