Pese a ser miércoles, la imagen de la línea 1 del metro fue ayer la de un día festivo. El convoy recorría el trayecto, dejando atrás andenes prácticamente desérticos, inconcebibles en la hora punta de un día laborable habitual. "Ha pasado lo mismo que los primeros días después del 11-M en Madrid", decía en su quiosco de la estación de Plaza España, Juan Pedro Bustamante, para añadir que, poco a poco, se recuperará el pulso.