Un polaco de 45 años fue puesto el lunes a disposición judicial, acusado de haber mantenido durante los últimos seis años a su hija encerrada en un cuarto de la casa familiar, donde la violó en repetidas ocasiones, en una relación incestuosa de la que nacieron dos niños que el padre obligó a dar en adopción. La propia hija, Alicja, que hoy tiene 21 años, y su madre, revelaron a los agentes el infierno que se vivía en su casa de Grodziska, una aldea al este de Polonia.