Campañas continuas de concienciación, anuncios en medios de comunicación animando a denunciar cualquier caso de violencia de género, proclamas desde los más diversos foros para evitar que las víctimas queden calladas… El Ayuntamiento de Olivares (Sevilla) ha tirado tierra sobre todas esas campañas al proclamar en un comunicado oficial, para rechazar el último caso de violencia machista, ocurrido el domingo en esta localidad, si “hay algo más heroico que aguantar todo lo que ella [la víctima] ha aguantado sin hacer que se note”. Horas después, el consistorio, gobernado por el PSOE-A, retiraba la nota, colgada en su página web, y pedía disculpas por un malentendido.

La víctima, Estefany González, una joven dominicana de 26 años que tenía dos hijos de 5 y 2 años que presenciaron cómo su padre y exmarido de la mujer la apuñalaba con saña en plena calle, era calificada por el consistorio como “heroína en silencio”. Un texto que fue difundido en la web municipal y leído en público por la concejal de Igualdad, María del Carmen Mateos, durante laconcentración de repulsa por el crimen, en la que participaron numerosos vecinos y cargos públicos.

El manifiesto inicial, recogido por Europa Press y que este martes volaba por las redes sociales, lamentaba la muerte de la mujer con estas palabras: "Pensaba que la mejor forma de proteger a sus hijos era no manifestar el infierno que ella vivía día tras día”. No obstante, alababa que finalmente dio “a conocer su situación de maltrato tras una agresión física que necesitó de asistencia hospitalaria”.

PÁRRAFO "DESAFORTUNADO"

“No era la primera que vez que le pegaban, pero algo le hizo cambiar, ver de otra manera. La mayor preocupación de Estefany eran sus hijos, unos hijos que pensaba pondría en peligro si contaba lo que le pasaba y que en su afán de protegerlos, hoy están solos. Es necesario que las personas que sufren maltrato denuncien su situación”, señalaba el texto. “¿Hay algo más heroico que aguantar todo lo que ella ha aguantado sin hacer que se note?», se pregunta retóricamente en un texto que empezó a circular rápido por las redes sociales.

Tras generarse la polémica, el ayuntamiento tuvo que salir al paso explicando que había sido una confusión, señalando que se había redactado “minutos antes” de la concentración de repulsa y que se había “malinterpretado”, porque en ningún momento se quiso hacer apología alguna de la violencia de género. No obstante, reconocían que el párrafo en cuestión era “desafortunado” y que desde la institución se promovía obviamente la denuncia de cualquier víctima de violencia de género.

En este sentido, poco después se sustituía el manifiesto por otro texto en el que se insiste en la necesidad de que bien la víctima o su entorno denuncien cualquier caso de maltrato y afirma que “en ningún sentido hemos querido hacer referencia a que el silencio de las víctimas sea algo heroico”. “La denuncia es vital”, concluye.