Un vídeo de apenas nueve segundos en el que se ve como un policía pega puñetazos en el costado a una joven de 14 años mientras la agarra de los pantalones para reducirla ha creado un gran debate en Estados Unidos.

Según ha defendido el Departamento de Policía de Coral Springs, en Florida, el vídeo no muestra la totalidad de la realidad, sino "el final de la historia", y el uso de la fuerza en ese caso estaba justificado por el comportamiento agresivo de la joven. En ese sentido, los agentes han explicado que tan solo se recurrió a la violencia después de que la jóven, que se negaba a ser arrestada, les amenazara con los puños cerrados y una vez esposada agredió a uno de los policías que trataban de meterla en el coche patrulla.

La familia de la chica ha asegurado que tomarán medidas y han pedido que se inicie una investigación sobre lo que pasó. Según la versión policial, que ha sido compartida en su cuenta oficial de Facebook y Twitter, acudieron al centro comercial tras recibir una llamada del departamento de seguridad que les alertaba de la presencia de un grupo de adolescentes que andaban molestando a los clientes y causando disturbios.

Una vez allí, los agentes recibieron otra denuncia de una madre que aseguraba que esos mismos adolescentes habían tirado al suelo a su hijo de 5 años. Tras dar con ellos, los policías arrestaron a uno de los jóvenes sin mayores problemas, pero cuando eso ocurrió la joven del vídeo empezó a ponerse agresiva y a tratar de hacer que el resto del grupo se rebelara.

Tras ello, los policías han asegurado que se vieron obligados a usar la fuerza para reducir a la joven, que según su versión, no dejaba de intentar liberarse y llegó a agredir a un agente.