La policía española conocía los antecedentes penales de Tony Bromwich como agresor sexual y sabía que se encontraba en territorio español porque fue informada por la policía británica, según informa el diario británico The Sun, que asegura que las fuerzas de seguridad británicas habían advertido de que éste era un peligro para las mujeres.Sin embargo, según este diario sensacionalista, pese a que la policía española sabía que Bromwich se encontraba en España con otra identidad --Anthony King-- "fue incapaz de seguir el rastro de la bestia, dejándole libre para matar", afirma el Sun. Al parecer, cuando King huyó de Reino Unido estaba siendo investigado por la policía de Surrey por una agresión sexual a una joven en una estación de tren en agosto de 1997. Tras su llegada a España, siempre según el Sun, que no cita fuentes, algunos amigos informaron a la policía de su nueva dirección. Pese a ello, la Fiscalía británica consideró que no había suficientes pruebas en su contra como para pedir su extradición, pero la policía de Surrey envió un mensaje a través de Interpol a la policía británica para alertarles de la presencia de Bromwich y sus antecedentes. Volvía la lugar del crimenSegún informa el también sensacionalista The Mirror, King ha admitido ante el juez que regresó al lugar donde abandonó los cuerpos de Rocío Wanninkhof y de Sonia Carabantes para satisfacer sus fantasías sexuales. Según el rotativo, el presunto asesino regresó al lugar donde había abandonado el cadáver de Rocío hasta un mes después de su muerte en 1999 e incluso se llevó a su casa las ropas ensangrentadas de Rocío para poder dormir junto a ellas.En cuanto a Sonia, a la que estranguló el pasado mes de agosto, King regresó los seis días siguientes a su muerte al lugar donde apareció muerta la joven de 17 años.