Millones de ciudadanos de Inglaterra y Gales trataron de saber ayer si su calle o su barrio son especialmente peligrosos, gracias a un nuevo mapa de la delincuencia puesto en marcha por la policía en internet. La página (www.police.uk) se bloqueó poco después de ser inaugurada, debido al aluvión de consultas, que superaron los cinco millones a la hora. Su funcionamiento es sencillo: basta con escribir el nombre de la localidad o el distrito postal de la dirección que se quiera consultar para poder ver un mapa detallado de los datos estadísticos de las denuncias presentadas en cada calle.

Las infracciones han sido divididas en seis categorías: asaltos a viviendas, robos, ataques contra vehículos, agresiones violentas, comportamientos antisociales y "otros delitos".

Bajo esta etiqueta figuran las violaciones, identificadas así para no ofrecer datos muy precisos de la localización de las víctimas. El nuevo servicio, que ha costado 300.000 libras (unos 350.000 euros), servirá, según la ministra del Interior, Theresa May, para "dar verdaderas cifras de la delincuencia e incitar a la policía a rendir cuentas".

MIEDO EN LA POBLACION Pero también hay detractores, que argumentan que los datos generarán miedo en la población. La policía responde que en una prueba enseñó el mapa a 7.000 ciudadanos y que no mostraron síntomas de angustia. La oenegé Victim Support pidió que no se publiquen detalles de ningún incidente sin el consentimiento de la víctima.

Otro posible efecto del mapa de la delincuencia es el impacto en el sector inmobiliario. ¿Quién se irá a vivir a una calle etiquetada como conflictiva? ¿No se corre el peligro de crear guetos? "La influencia en el sector inmobiliario no es razón para ocultar a la gente lo que está ocurriendo", dice el secretario de Estado para la policía, Nick Herbert. "No se puede esconder la delincuencia bajo la alfombra", añade.

Pero una vez conocidos, ¿para qué servirán los datos a los ciudadanos, aparte de saciar la curiosidad? "Ligarán más estrechamente la actividad de la policía con las asociaciones de vecinos", afirma Herbert.

La primera jornada de funcionamiento provocó centenares de quejas de quienes clamaban que su calle había sido erróneamente catalogada como un punto conflictivo. En algún caso, se había relacionado un lugar con un número muy elevado de delitos solo porque en la zona hay una comisaría.

En Londres, donde en diciembre se denunciaron 35.000 incidentes, la calle más castigada es Camborne Close, que, una vez consultado el mapa, resulta ser el aeropuerto de Heathrow.