Los ocho asaltantes que la noche del miércoles entraron a robar en el domicilio de la familia Ferri de Canals (Valencia) habían planificado su acción al milímetro. Pero todo se les torció ante un hecho inesperado. El propietario, Francisco Ramírez, disponía de armas de fuego y estaba dispuesto a utilizarlas. Mató a dos atracadores y forzó la huida del resto. La policía buscaba ayer a los integrantes de la banda, probablemente extranjeros, por los montes cercanos, con ayuda de un helicóptero

LA CASA DEL GUARDA La investigación ha establecido cómo se desarrollaron los hechos. Pasadas las ocho de la tarde los delincuentes aparcaron sus vehículos en un solar situado en la parte trasera de la casa, entre campos de naranjos y naves industriales, en las afueras de Canals.

Saltaron la valla y se dirigieron a la casa del guarda, al que sorprendieron y dejaron maniatado junto a su hijo. Dos de los asaltantes se quedaron a vigilarle.

Con las llaves en la mano, los otros seis se dirigieron al caserón principal, donde sorprendieron a Ramírez y a su esposa, Beatriz Ferri, hija del fundador de la empresa textil Ferry´s. Después de esposar a la mujer exigieron al marido todos los objetos de valor. Dos de los individuos le acompañaron a la planta superior donde se supone que había dinero y joyas.

El atraco tomó entonces un giro inesperado. El hombre se hizo con una pistola que tenía escondida y apuntó a sus captores, que se revolvieron y llegaron a herirlo con un cuchillo en el vientre. Según la hipótesis principal, Ramírez disparó al aire en la pelea, pero al verse en peligro, tiró al cuerpo. Uno de los asaltantes, de nacionalidad venezolana, murió allí mismo. El otro escapó escaleras abajo mientras sus compinches, alertados por los disparos, decidieron huir.

LA VERSION POLICIAL La versión policial no aclara si el dueño de la casa hirió a alguno más, pero sí dice que vació todo el cargador. Lo cierto es que el segundo asaltante que había subido con él cayó muerto en el jardín, apoyado en un árbol, mientras intentaba salir de la casa. Los otros seis pudieron escapar.

El subdelegado del Gobierno en Valencia, Luis Felipe Martínez, corroboró que los disparos fueron realizados por Ramírez con su propia pistola y que "dispone de permiso de armas". En el chalet también había rifles y escopetas de caza.

Una patrulla de la Guardia Civil, apoyada por otras dos de la Policía Local, acudieron al domicilio alertados por una llamada de teléfono cuando todo había concluido. Ramírez fue trasladado al hospital de Játiva con una herida leve en la vientre y golpes en la cabeza.